Inama, ubicada en Urdaibai, no ha depurado sus emisiones

Medio Ambiente anula por primera vez el permiso a una empresa contaminante

Resuelve que Inama, ubicada en Urdaibai, no ha depurado sus emisiones 

 

ALBERTO URIONA - EL PAIS PV Bilbao - 01/04/2010
El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco ha anulado por vez primera la denominada Autorización Ambiental Integrada (la nueva normativa impuesta por la UE para las empresas más contaminantes que reúne todos los permisos en uno sólo) a una empresa radicada en Euskadi.

El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco ha anulado por vez primera la denominada Autorización Ambiental Integrada (la nueva normativa impuesta por la UE para las empresas más contaminantes que reúne todos los permisos en uno sólo) a una empresa radicada en Euskadi. La afectada es la compañía Finsa Inama, ubicada en la reserva de la biosfera de Urdaibai, que ya fue multada en 2007 por el Gobierno autónomo y en abril tendrá un juicio, en el que sus dos gerentes entre 2001 y 2008 se enfrentan a tres años de cárcel por un delito contra el medio ambiente.

La resolución adoptada se produce al haberse iniciado el proceso de concesión de las autorizaciones ambientales definitivas. La consejería resolvió en 2008 la primera fase de este proceso de permisos: entonces se otorgaron más de 200 de las cerca de 280 fábricas afectadas. Pero en todos los casos fueron autorizaciones condicionadas a la aplicación de medidas correctoras y se concedieron plazos de demora de un año para su cumplimiento, en la mayoría de los casos que se habían detectado.

En 2009, Medio Ambiente empezó a verificar el cumplimiento de las exigencias y hasta ahora cerca de 50 empresas -todas las que se examinaron- han logrado la autorización definitiva, que según la normativa tiene una vigencia de ocho años. La excepción ha sido Finsa Inama, firma industrial dedicada a producción de aglomerados de madera, a la que Medio Ambiente ha declarado la caducidad de la autorización ambiental, según consta una resolución firmada por Medio Ambiente el pasado 4 de marzo y a la que ha tenido acceso este diario.

La consejería, que exigió a la citada industria vizcaína una quincena de medidas correctoras, señala que no consta un certificado que "acredite la implantación de la totalidad de las medidas requeridas" y "en particular un electrofiltro propuesto por la propia empresa" para depurar las emisiones.

Esta caducidad dejaría sin cobertura legal para funcionar a Finsa Inama. Pero la alcaldía de Muxika (Vizcaya), donde se ubica, dictó un decreto el 4 de marzo -el mismo día de la orden de Medio Ambiente- con la concesión de la licencia de actividad basándose en la autorización ambiental parcial de 2008. Fuentes del Departamento de Medio Ambiente se mostraron sorprendidos por esta actuación y aseguraron que la concesión del permiso de actividad es una facultad exclusiva de los ayuntamientos.

Finsa Inama ha suscitado las protestas de los vecinos durante los últimos 17 años por las emisiones y especialmente el ruido generado. El Ararteko, por su parte, ya calificó en 2006 de "clandestina" a la fábrica. La asociación vecinal SOS Muxika interpuso una denuncia en 2004, que ha acabado en el juicio que se celebrará entre el 26 y el 29 de abril. Pero, al persistir los problemas, el pasado año se interpuso otra demanda en la que está imputado el actual gerente de la planta, que declaró este mes ante un juzgado de Gernika.

El Gobierno vasco, a su vez, está tramitando autorizaciones ambientales para un total de 313 empresas en Euskadi, de las que medio centenar tienen ya el permiso definitivo. Cerca de 240 de ellas siguen con la autorización parcial, pendientes por tanto de la verificación de las medidas correctoras impuestas. Además, se han abierto un total de 14 expedientes sancionadores a empresas que iniciaron la tramitación fuera de plazo. "Pero ya se está trabajando para que tengan acomodo en la legalidad vigente", señalan fuentes de Medio Ambiente.

La Autorización Ambiental Integrada establece, en su disposición, niveles máximos para distintos índices de contaminación (hasta su aplicación se integraban todos) en cada fábrica según su situación y su sistema productivo. Reúne además en una sola todas las autorizaciones, anteriormente dispersas entre las diferentes administraciones.

 

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