Helsinki rechaza definitivamente un Museo Guggenheim


TRAS cinco años DE DEBATE Y PROPUESTAS

Helsinki rechaza definitivamente un Museo Guggenheim

El polémico proyecto contó ayer con 53 votos en contra frente a 32 a favor

DEIA / Juanjo Galán - Jueves, 1 de Diciembre de 2016 - Actualizado a las 06:04h

 helsinki - El pleno del Ayuntamiento de Helsinki rechazó ayer definitivamente la construcción de un nuevo museo de la franquicia Guggenheim en la capital finlandesa, un polémico proyecto que ha dividido durante cinco años a la clase política, la opinión pública y los círculos artísticos locales.

Después de un maratoniano debate en el pleno del consistorio, el sector más crítico con la iniciativa, compuesto por los partidos de izquierda y los ultranacionalistas Verdaderos Finlandeses, tumbó la propuesta en la votación decisiva por 53 votos contra 32.

Varios de los ediles que votaron en contra manifestaron que no se oponen a que se construya un museo Guggenheim en Helsinki, pero sí a que este se financie en su mayor parte con fondos públicos, tratándose de una institución privada.

Además de los motivos económicos, existe también un cierto sentimiento nacionalista muy reacio a la financiación pública de una red internacional de museos, en lugar de apostar por el fomento del arte y la cultura locales.

La propuesta contemplaba la creación de una sociedad de riesgo compartido para construir y gestionar el museo, en la que la ciudad debía ceder gratis el codiciado solar y aportar 80 millones de euros.

El proyecto Guggenheim Helsinki ha estado envuelto en la polémica desde que en 2011 el alcalde de la ciudad, Jussi Pajunen, sorprendiese a la opinión pública anunciando su intención de replicar el llamado efecto Bilbao en la capital finlandesa con la construcción de un nuevo museo de la franquicia neoyorquina. La Fundación Solomon R. Guggenheim de Nueva York, deseosa de expandir su red museística, aceptó la solicitud de Pajunen con entusiasmo.

Además de su cercanía al enorme mercado ruso, Helsinki aportaba su prestigio como uno de los centros indiscutibles de la arquitectura y el diseño nórdicos.

En esa primera fase, Helsinki se gastó 2,3 millones de euros en un plan de viabilidad que, en lugar de ser encargado a un organismo independiente, fue elaborado por la propia fundación neoyorquina, con un resultado previsible: la recomendación de seguir adelante con el proyecto.

El plan proponía la construcción de un museo de 12.000 metros cuadrados en el céntrico puerto sur de la capital nórdica, especializado en el diseño, la arquitectura y las nuevas tecnologías, con un coste estimado de 140 millones de euros.

bilbao, a favor Igualmente favorable fue el Guggenheim Bilbao, cuyo director, Juan Ignacio Vidarte, era además responsable de la expansión internacional de la prestigiosa red museística y miembro del equipo que elaboró el plan de viabilidad. El Guggenheim Bilbao, cuyo apoyo era indispensable al tener derecho a vetar cualquier otro museo de la franquicia en Europa, dio luz verde al proyecto, alegando que , más que competir entre sí, se complementarían.

No obstante, la iniciativa no fue tan bien acogida como esperaban sus impulsores y pronto buena parte de la opinión pública se mostró reacia a financiar el museo, ya que, en opinión de muchos, la fundación neoyorquina era la más beneficiada, mientras que los costes y los riesgos debía asumirlos la ciudad.

El único consenso que se alcanzó desde el principio fue que, de construirse, el edificio del museo no debía ser tan monumental como los diseñados por el arquitecto Frank Gehry para los Guggenheim de Bilbao y Abu Dabi, sino algo más discreto e integrado en el entorno.

En 2012 el órgano ejecutivo municipal rechazó el proyecto por ocho votos contra siete, lo que obligó a la Fundación Guggenheim a modificar su propuesta para intentar convencer a los políticos locales.

En el nuevo plan la fundación rebajaba a 130 millones de euros el coste del museo, se hacía cargo de buscar financiación para costear el concurso con el que se elegiría el diseño del edificio y reducía de 28 a 18,8 millones de euros el canon a pagar por el museo durante 20 años por usar la marca Guggenheim.

El concurso arquitectónico lo ganó en junio de 2015 el estudio francés Moreau Kusunoki, con un complejo modular de madera negra y vidrio formado por nueve pabellones y una torre a modo de faro ubicado en pleno centro de la capital nórdica, que tras la decisión de ayer nunca llegará a construirse.

Comentarios

  1. "Además de los motivos económicos, existe también un cierto sentimiento nacionalista muy reacio a la financiación pública de una red internacional de museos, en lugar de apostar por el fomento del arte y la cultura locales"

    Es que no me fastidies, que con dinero público les construyan el museo a una empresa privada para que luego ésta se lucre todo lo que pueda si va bien, y si va mal, NO ME LO DIGÁIS!! LA RESCATAMOS CON DINERO PÚBLICO!!!!!

    El asunto es que han ido a intentarlo a Finlandia, que es un país desarrollado. Eso lo tenían que haber propuesto aquí.. QUE LO HUBIÉSEMOS FIRMADO CON LOS OJOS CERRADOS¡¡¡ QUE SON 130 MILLONES DE EUROS PARA NOSOTROS, CALDERILLA PUES¡¡¡

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Que para que una publicación tenga legitimidad estén seguros que publicaremos los comentarios, rectificaciones, respuestas y criticas que estén escritas con respeto a las normas de cortesía habituales, aunque sean contrarios a nuestra linea de pensamiento o a alguno de nuestros colaboradores.

Por lo contrario, en caso de que se lleguen a nuestro Blogg esos comentarios ilícitos o falsedades los eliminaremos de oficio en cuanto tengamos conocimiento de los mismos, para evitar del daño que pretende causar el autor de tales comentarios.