UNESCO, de Palmira a Portugalete pasando por Mundaka


Palmira (Tadmor en árabe)
Actualizado 26 agosto

Hace hoy un año, el 18 de agosto de 2015, junto al museo de Palmira (Tadmor en árabe) el prestigiosísimo antropólogo, investigador y profesor sirio Jaled (Khaled) Al Asaad de 82 años fue irracionalmente decapitado por el Estado Islámico (ISIS en inglés) que había tomado la ciudad en el mes de mayo. Director de arqueología entre 1963 y 2003 pero que continuó trabajando como experto en el departamento de Antigüedades y Museos de Siria. No merece la pena relatar las macabras y humillantes circunstancias concurrentes en su cautiverio, tortura y muerte que asumió con una enorme dignidad y grandeza moral. Al Asaad trabajó para que la humanidad conociera y se aproximara una de las más primitivas y ricas civilizaciones de la historia. Consciente de la trascendencia y responsabilidad en la custodia de un inconmensurable patrimonio se negó a abandonarlo organizando en colaboración, de esfuerzo y riesgo con los habitantes de Palmira el traslado de todo lo posible a Damasco la capital de Siria.

Palmira o Palmyra en el desierto de Siria entre el Mare Nostum (Mediterráneo) y el río Eúfrates fue en los siglos I y II d.C. una histórica capital política y comercial, lugar de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda y uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo. Descubierta en 1678 por viajeros aventureros que quedaron sorprendidos por el orden urbano, y la belleza de unas ruinas clásicas con un identidad propia heredera de una póspera ciudad comercial. Declarada Patrimonio Mundial en 1980, antes del inicio de la contienda con el ISIS, en marzo de 2011, sus ruinas en un estado de conservación correcto y comprensible eran una de las principales atracciones culturales de la región y del país árabe con unos 150.000 visitantes anuales lo que motivó que sus habitantes custodiaran sus ruinas, además de por autoestima, también como recurso de subsistencia económica.

El asesinato de Al Asaad afectó a su familia y país pero asimismo conmovió particularmente a las personas que en el mundo nos interesa y nos implicamos en la difusión, defensa y correcta transmisión de la enorme riqueza cultura material e inmaterial que ha creado el ser humano a lo largo de la historia.

UNESCO es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura fundada en 1945 con su sede en París y a la que están asociados 195 países. Entre sus misiones figura hacer progresar y difundir el saber “velando por la conservación y la protección del patrimonio universal de libros, obras de arte y monumentos de interés histórico o científico, y recomendando a las naciones interesadas las convenciones internacionales que sean necesarias para tal fin”.

UNESCO como homenaje a este mártir de la cultura universal, probablemente no haya en la historia reciente una persona fallecida en la defensa del legado cultural, debería instaurar el International Award (Premio Internacional) Jaled (Khaled) Al Asaad, con una cadencia a determinar, anual, bienal etc. que meritase mundialmente las acciones de elevado rango de ejemplaridad que personas, profesionales o asociaciones, realizan en el ámbito de la protección del patrimonio en beneficio espiritual de la humanidad.

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Puente Transbordador de Portugalete.


El pasado 28 de julio fue el 123 aniversario de la inauguración del Puente Transbordador Vizcaya, que es su nombre original y así está inscrito en el registro del Patrimonio Mundial de UNESCO ya que fue, reconocido hace 10 años. Esta colosal puerta de hierro de la ría de Bilbao es un proyecto conjunto, sin duda alguna, del arquitecto vasco Alberto De Palacio y Elisagüe (1856–1939) y del ingeniero francés Ferdinand Arnodin (1845-1924) quienes lo patentaron simultáneamente e incluso debería citarse la decisiva intervención en la ejecución de la obra entre 1890 y su apertura en 1893 del reputado ingeniero francés Aquille Brüll.

Con dicha conmemoración y el apoyo de los medios leales, especialmente El Correo Español, que censura cualquier comentario crítico, se difundieron publirreportajes. Entre ellos además de un habitual y demagógico concurso de pintxos y otros actos deportivos populacheros, destacaban que habían colocado sofisticados dispositivos sensores para medir las repercusiones en la viga travesaño soporte del desplazamiento del carro que sostiene la barquilla.

La principal disposición que debiera tener dicha empresa es poseer sensores de sensibilidad y la más elemental cultura de los criterios de intervención en un patrimonio de esta trascendencia esencialmente técnico y estructural. Además de considerar conceptos fundamentales como la autenticidad del elemento, alterado con burdas reparaciones y sustituciones de sus mecanismos y partes originales, los sucesivos añadidos degradantes que desde hace años instalan, el entorno con un caos formal de elementos circundantes más parecido a una txozna. En suma una demostración palpable de dejadez e insensibilidad.

Este puente padece continuas deformaciones desde que en 1996 se hizo cargo la actual empresa concesionaria, El Transbordador de Bizkaia S.L. con la absoluta y reiterada indiferencia de la propiedad, la Autoridad Portuaria de Bilbao dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Estado y de las administraciones responsables por su ubicación, Ayuntamientos de Portugalete y Getxo y tutela Diputación.

Con su afán de explotar el monumento turísticamente hasta extremos inaceptables incluso ridículos, realizaron en 1998-99 una radical transformación que deformó el puente en sí. Principalmente con la sustitución del carro y su sistema motor, la incorporación de dos ascensores y la habilitación de una pasarela accesible en la viga superior así como los embarcaderos y salas de espera en ambas márgenes repletas de objetos a la venta propios de un bazar, publicidad agobiante, y la barquilla que de nuevo fue sustituida. En 2010 se realizó otra intervención considerada “la mayor desde su reconstrucción tras la Guerra Civil” con sustitución de partes de la estructura roblonada por elementos nuevos mediante el oxicorte y la soldadura, se modifica de nuevo el carro, se sustituye el tradicional color negro por otro denominado “Vena Hematites Roja de Somorrostro“ elegido por una temeraria votación populista, se remodelan los ascensores y se colocan a la intemperie en la plaza del puente en Areeta componentes originales del monumento a la intemperie.

Foto  publicada en el diario DEIA

Mundaka festival.

Un festejo musical habitual en verano con sus consiguientes secuelas de severos impactos ambientales negativos pero incomprensiblemente realizado entre el 28 y el 30 de julio en un paraje natural de extraordinario valor cultural entorno a la ermita de Santa Katalina, incluso de presunción arqueológica, protegido y comprendido en el estuario de la Ría de Gernika-Mundaka declarado Reserva de la Biosfera por UNESCO en 1984.

Además se ha producido una violación del espacio público con fines lucrativos acaparando y expulsando a sus habituales usuarios, del espacio público más concurrido del pueblo, la Talaia y el frontón para usos privativos comerciales durante varios días.

En este desdichado acontecimiento por sus múltiples negativas consecuencias concurren varias complicidades. La primera del Diputado General Unai Rementeria, que como nacido en el pueblo y subordinado como casi todo su partido el PNV a los cárteles de especuladores y depredadores de la naturaleza y el patrimonio, entre ellos los hosteleros por su ilimitado poder, ha presionado en los organismos competentes para que se perpetrara esta barbaridad buscando cómplices en el ámbito populista.

Entre ellos el afamado cocinero Eneko Atxa, utilizando la gastronomía como estrategia de emboscada, se ha prestado a esta maniobra para obtener publicidad a cuenta de patrocinar algo que sí tiene un mínimo de sensibilidad le debiera repudiar. Resulta propio de un desvergonzado y culturalmente insultante que manifieste (Deia 05.05.2016)” que su restaurante y este festival tienen mucho en común ”como el amor por nuestra tierra y nuestra cultura”. Agredir amando.

Otra implicada en esta aberración medio ambiental y atentado cultural es la directora del acto Amets Rodriguez que tiene el cinismo de hablar perversamente en el mismo medio “desde la raíz cultural de un pueblo (sic)…de un festival que cultiva valores como el respeto, la sostenibilidad…”. Con gente de esta calaña Euskal Herria avanza irremediablemente hacia la inmediata ruina patrimonial total.

Asimismo, Urremendi Asociación de Desarrollo Rural cuyo único objetivo es favorecer el desarrollo de la comarca de Busturialdea ¿cree como patrocinador que con estas aberraciones se cumplen sus objetivos? “Garantizar y fomentar la multifuncionalidad y la sostenibilidad en su vertiente, ambiental y cultural y preservar las señas de identidad”.

Pretenden preparar el terreno, construyendo los túneles de Autzagane para facilitar un desplazamiento rápido a Urdaibai, alterando el catalogado Larrinaga Jauregia en Mundaka en una escandalosa operación inmobiliaria especulativa, promoviendo la colonización urbanística, capitalizando la naturaleza y el paisaje para beneficio comercial privado y evidentemente con un anhelado futuro Guggenheim para atraer masas de fugaces consumidores destruyendo la Colonia Infantil, una bella arquitectura en estilo neo vasco y su entorno paisajístico que constituye un excepcional conjunto monumental catalogado.

En un país civilizado, es decir concienciado con su cultura, esto debería significar el absoluto descrédito de los personajes y empresas implicadas e incluso boicot a su restaurante Azurmendi y a los demás patrocinadores cómplices Kutxabank, Fagor, Cafés Baqué, el txakoli Itsasmendi, la ginebra Tanqueray y la cerveza Amstel lo que anticipa el perfil de alcohol-dependencia del festejo.

La sociedad vasca no puede, no podemos, permanecer indiferente ante la avaricia de estos agresores y sus colaboradores. Por ello resulta sorprendente la pasividad del vecindario de Mundaka a los que se le debe suponer un elemental afecto por su pueblo sometidos a esta agresión ambiental. Ante estas circunstancias tan invasivas y dado que amenazan con otra edición en 2017 la Fiscalía de Medio Ambiente debería intervenir resolutivamente por propia decisión al margen de que se presente alguna denuncia. Lo mismo que Ararteko en defensa de la naturaleza, un irrenunciable bien supremo.

Estas promotoras y sus aliados son empresas que toman la iniciativa anticipándose sino imponiendo la celebración de sus festejos a los ayuntamientos que se entregan seducidos por criterios convencionales muy dudosos cuando no sospechosos. Basquetour como siempre complaciente, como sucede tolerando la insalubridad, sino, guarrada de los dichosos pintxos sin cubrición en los bares, un esperpéntico espectáculo tercermundista, como se muestra reiteradamente en las portadas del folleto Gastronomía & Enoturismo, editado por el Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad, o la ridiculización de nuestra etnografía en Basque Fest en la hipócrita semana santa de Bilbao.

Todo, por ridículo o negativo que sea, es válido y amparado por el ambiguo lema Euskadi Basque Country. La cuestión es dar cifras del aumento de visitantes y lo mucho que gastan; el triste futuro de nuestro país ya lo presagiaba Oteiza, dar de comer y beber a los turistas la mayoría de los cuales no saben donde han estado.

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Responsables

En estos dos últimos atentados culturales del ámbito de UNESCO es deplorable la absoluta indiferencia de Unesco Etxea. Entidad que por cierto aceptó gratuitamente sin reparo moral instalarse en un local de los rascacielos de Uribitarte en Bilbao que en su dirección figura un nombre inexistente y falaz, Isozaki Atea, creados en una escandalosa y corrupta operación urbanística que implicó la destrucción en 2002 de un bello patrimonio industrial frente a la ría, catalogado el Depósito Franco (1931).

Resulta asimismo decepcionante que el pasado 15 de junio, en un acto copado exclusivamente por políticos del PNV, celebrase su 25 aniversario en la Alhóndiga de Bilbao, otra notabilísima arquitectura industrial (1909) también catalogada destrozada en 2010 por una inculta, bárbara e ilegal intervención permitida por el Ayuntamiento y la Diputación. No en vano al edificio incomprensiblemente le han impuesto el nombre de Azkuna, el alcalde más españolista y nefasto culpable de la destrucción del patrimonio edificado de Bilbao. Y lo más insultante, que se otorgara un premio y al Ayuntamiento de la Villa y a El Correo Español por su colaboración encubridora en tantos años.

También se debe señalar tal como su director entre 2004 y 2015 Mikel Mancisidor mencionaba (Deia.15.06.2016) entre los elementos que integran “la red civil de Unesco en el País Vasco”, las Cuevas de Santimamiñe, junto con las de Ekain (Zestoa -Deba) y Altxerri (Irun) santuarios rupestres del período Magdaleniense del Paleolítico Superior (años 15.000 a 13.000 aC). Incorporadas con otros 17 sitios semejantes de la cornisa cantábrica en 2008 a la lista del Patrimonio Mundial junto a Altamira que ya lo fue en 1985 como una misma expresión artística humana de excepcional relevancia.

Pues bien, es preciso recordar el mayor y gravísimo atentado que ha padecido Santimamiñe a lo largo de su larguísima historia lo produjo el Gobierno Vasco en pleno presidido por el lehendakari Ardanza, que tras su Consejo de Gobierno en Udaetxea, sede del Patronato, el 3 de junio de 1997 con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente entraron todos a la cueva y permitieron, en busca de notoriedad política y aparente interés cultural, que ETB, otras televisiones con sus focos y las emisiones de magnesio de los flashes de los periodistas durante unos minutos generaran una temperatura que jamás había tenido este recinto. Una muestra palpable de la cultura de aquel gobierno muy similar a los sucesivos, síntoma del partido que los sustenta. Como era de suponer se silenció el atentado que tuve la ocasión de denunciar públicamente (El Correo 02.08.1997).Este año como es el centenario de su descubrimiento conviene recordarlo.

El Patronato de la Reserva de Urdaibai dependiente del Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial de Eusko Jaurlaritza ha tenido una actitud denigrante, particularmente el vice consejero de Medio Ambiente Iosu Madariaga. De acuerdo al Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai se redacta un informe negativo de disconformidad con el festival y luego se permite el atentado basándose un acuerdo entre el Ayuntamiento y la promotora Emancor Sarea de reputación contestada sino dudosa, aludiendo a que se trata de un uso público, lo que no es cierto ya que se trata de una abusiva explotación comercial.

Lo mismo podría decirse de la Cátedra Unesco de Paisajes Culturales y Patrimonio de la Euskal Herriko Unibertsitatea en vergonzosa inhibición. Es mejor y más cómodo seguir viviendo de las subvenciones y prebendas otros tantos años en silencio cómplice ante éstas y otras tantas agresiones al legado cultural.

Así van pasando las décadas en Euskal Herria desde que existen competencias absolutas en cultura en sus diversas administraciones y asistimos a la destrucción democrática de la ciudad y el territorio. Todo esto tiene un gran responsable, el PNV que ostentado el control casi absoluto de los departamentos de cultura en gobierno y diputaciones desde el inicio de la Autonomía, especialmente ha sido desastroso en Bizkaia con unos políticos como toda la desdichada pléyade de diputadas de Cultura, Ana Madariaga (1999-2003), Belén Greaves (2003-2008), Josune Ariztondo (2008-2014) y la actual Lorea Bilbao (2015) y su sanedrín de funcionarios entre ellos Directores de Cultura, profesionales arquitectos subordinados y sumisos, más que nefastos, peligrosos en el sentido cultural.

Este partido, y así se sorprenden los asistentes especialistas en patrimonio a congresos, cursos y jornadas en los debates desde hace ya años, no ha entendido todavía que el patrimonio cultural vasco, tanto el material como el inmaterial, no es una mercancía para traficar especulando, sino algo más que belleza intrínseca, el testimonio fundamental, además de la lengua, de la trayectoria histórica y la identidad de una colectividad nacional, el pueblo vasco, y su mayor contribución a la cultura universal.

Iñaki Uriarte
Arquitecto
Bilbao, 15 de agosto de 2016

El autor, habitual colaborador de Gara y recientemente elegido vocal de Cultura de la delegación en Bizkaia del Colegio de Arquitectos Vasco Navarro, con motivo de la tragedia humana y cultural que sucede en Siria, analiza las implicaciones en las que a su juicio UNESCO y en concreto Unesco Etxea deberían posicionarse.

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