La Diputación estrena una ambiciosa estrategia de ahorro y eficiencia energética


medio ambiente en Bizkaia

Bizkaia se suma a la energía verde

  • La Diputación estrena una ambiciosa estrategia de ahorro y eficiencia energética
  • Se fomentará un menor consumo en los hogares y se apoyarán empresas innovadoras en energías renovables

Iosu Madariaga, diputado foral de Medio AMbiente, observa un panel medioambiental
Iosu Madariaga, diputado foral de Medio AMbiente, observa un panel medioambiental (Oskar Martínez)


Aitziber Atxutegi - Jueves, 26 de Diciembre de 2013



DEIA, BILBAO. Consumir menos energía, utilizarla de la forma más eficiente posible y reducir la dependencia del petróleo y el gas natural son los ambiciosos objetivos que la Diputación se ha marcado para 2020. Los recursos de petróleo y gas natural se agotan y la electricidad es cada día más cara. Se hace necesaria una política energética más sostenible. La institución foral estrenará el próximo año una política energética propia, en la que se quiere involucrar a los propios departamentos del ente, los municipios, las empresas y los ciudadanos, y que fomentará que los hogares reduzcan su consumo de energía y que el territorio se convierta en referente de empresas innovadoras en energías renovables.

"Esta estrategia permitirá avanzar hacia un uso más responsable y eficiente de la energía, en el territorio, ya que apuesta por criterios de ahorro en el ámbito foral, municipal, empresarial y en el conjunto de la ciudadanía", explica Iosu Madariaga, diputado de Medio Ambiente. Se trata de la primera vez que este área foral aborda el ámbito energético, consolidándose así como órgano ambiental al unir este eje a la gestión de aguas, residuos y espacios naturales. "Con el uso responsable de la energía, además, mejoramos la calidad ambiental de nuestro entorno y del conjunto del territorio", incide Madariaga. Se trata de una política energética propia se ha marcado como meta fomentar el ahorro y la eficiencia, así como la promoción de las energías renovables.

Los cuatro objetivos que se han planteado son claros. En primer lugar, se trata de que el territorio consuma menos energía, siendo más eficiente. Al mismo tiempo, se quiere reducir la dependencia del petróleo y el gas natural, y también que el consumo energético no dependa tanto de que la actividad económica esté ralentizada. Por último, la actividad energética debe ser compatible con el patrimonio natural y cultural. Para ello se aplicarán medidas en diferentes ámbitos, como la concienciación ciudadana, un nuevo modelo fiscal, un transporte público más sostenible y el impulso de nuevas empresas ligadas a las energías renovables., entre otras iniciativas.

La denominada Estrategia Energética Sostenible para Bizkaia (EESB) tiene la peculiaridad de proponer un planteamiento global, desarrollando actuaciones que impliquen a todos los ámbitos de la sociedad, empezando por la propia Diputación y siguiendo por los municipios, las empresas y los ciudadanos.

Actores principales Los ciudadanos, los vecinos del territorio, son los principales actores en cualquier política que se quiera poner en marcha en Bizkaia. Por ello, el departamento de Medio Ambiente quiere incidir en primer lugar sobre la propia sociedad, concienciándola sobre la importancia de la eficiencia energética y haciendo que tome parte activa en este proceso. "La ciudadanía debe conocer las implicaciones que el consumo de energía tiene sobre el medio ambiente local y global. Solo quien conoce las oportunidades las aprovecha y solo quien conoce las consecuencias negativas quiere actuar para revertirlas", destaca el diputado foral. Es el llamado Bizkaia Green Deal (pacto verde): lograr que los hogares ahorren energía.

Los jóvenes juegan un papel fundamental en este sentido, ya que lo que aprenden en los centros escolares lo aplican después en sus casas y adquiere hábitos para toda la vida. La Diputación ya ha trabajado con este colectivo, a través del programa Actívate +, con el que los colegios de Arratia y Durangaldea han conocido cuánta energía consumen en sus centros y qué pueden hacer para gastar menos. Ahora, este programa se va a ampliar a todo el territorio, logrando así hábitos y conductas que fomenten el ahorro de energía.

También se favorecerá, a través de ayudas económicas, que los ciudadanos instalen en sus domicilios controles de consumo, iluminaciones más eficientes y electrodomésticos de última generación, así como la instalación de sistemas para generar energías limpias como paneles solares o biomasa para calefacción.

"Administración ejemplar" La propia Diputación quiere convertirse en protagonista claro de este proceso, "aprovechando su liderazgo para impulsar conductas nuevas en torno a la energía". Y es que, tal y como explica Iosu Madariaga, "al diseñar su política energética, se convierte en una administración activa que motiva conductas sostenibles mediante una regulación moderna, la fiscalidad verde y la compra pública sostenible". No solo porque es un importante consumidor de energía, sino porque también cuenta con instrumentos para incentivar conductas energéticas sostenibles. En su mano está, por ejemplo, establecer requisitos energéticos en las contrataciones que realiza o desarrollar una modelo fiscal que prime los consumos más responsables.

La Diputación pretende coliderar la apuesta de Euskadi por la fiscalidad ambiental, trabajando conjuntamente con el resto de instituciones forales y el Gobierno vasco. "Se trata de implantar un nuevo modelo que motive conductas positivas para el medio ambiente tanto en la ciudadanía, como en las empresas y otras instituciones públicas y privadas", explica el diputado de Medio Ambiente. Eso sí, en ningún caso supondrá un aumento de impuestos.

La Diputación es también un importante consumidor de energía y ahí juega un papel importante "al pasar de ser un mero consumidor a un consumidor responsable". En esta apuesta por una contratación energética verde, y a la hora de contratar estos servicios de suministro, tendrá en cuenta también criterios de sostenibilidad ambiental, eficiencia y ahorro.

El transporte es uno de los ámbitos en los que más energía se consume, y es otro de los ámbitos va a incidir la Diputación. Por una parte, potenciando el transporte público y facilitando alternativas al coche privado, pero también incorporando vehículos ambientalmente más eficientes, tanto en las unidades de Bizkaibus como en su flota de vehículos propios.

El mundo empresarial es otro de los ámbitos en los que se va a hacer hincapié con esta nueva estrategia. Por una parte, se quiere aprovechar la creciente demanda mundial de energías limpias y alternativas a las fósiles -energías verde o electrificación del transporte, por ejemplo- para fomentar que las empresas vizcainas aprovechen este campo de la innovación para crear nuevos empleos y mayor riqueza para el territorio, convirtiéndose en referentes en esta materia.

Además, según explica Iosu Madariaga, para muchas empresas la factura energética "es un coste importante que puede mermar su competitividad". En este sentido, se quiere apostar también por que las empresas utilicen la energía como forma de promocionar su competitividad, ofreciendo subvenciones a proyectos de eficiencia energética.

La última pata que se quiere involucrar en esta estrategia global son los ayuntamientos del territorio, por su cercanía al día a día de los ciudadanos vizcainos. Para ello, la energía se introducirá como un elemento primordial de las Agendas 21, reformulando las ayudas y creando nuevos mecanismos de financiación que ya se prestan para, por ejemplo, sustituir las farolas por otras de bajo consumo.

El objetivo es que los municipios y las mancomunidades pongan en marcha proyectos audaces e innovadores para conseguir ciudades más respetuosas con el medio ambiente desde el punto de vista de la energía.

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