El alquiler de verano en el litoral colgó el cartel de lleno a costa de mantener los precios de 2009


BIZKAIA

El alquiler de verano en el litoral colgó el cartel de lleno a costa de mantener los precios de 2009

El arrendamiento por temporada toca a su fin. Cada año está más extendida la firma de contratos por quincenas

05.09.11 - 02:37 -
El alquiler de pisos de veraneo en la costa vizcaína sigue manteniendo su tirón. Aunque no ha sido un lugar de tradicional peregrinación estival como la masificada costa mediterránea, con la llegada del buen tiempo miles de vizcaínos apuestan por trasladar su lugar de residencia unas semanas a municipios como Plentzia, Bakio, Mundaka y Lekeitio. Cerca de casa, pero también de las bondades de la brisa marina. Gorliz, por ejemplo, llega a quintuplicar su población en la temporada estival hasta alcanzar los 25.000 habitantes. Como dato, la mitad de sus 4.296 hogares permanecen vacíos en invierno.
Este verano el sol no se ha dejado ver demasiado en la costa vizcaína, pero eso no ha impido cerrar en positivo los balances de las inmobiliarias especializadas en arrendamientos temporales. Los profesionales coinciden en que incluso se han alquilado más pisos que el año pasado, pero a base de mantener los mismos precios que en 2009, o incluso abaratarlos. El promedio se sitúa en 2.000 euros en agosto y entre 3.000 y 4. 200 euros por los tres meses de verano en las citadas localidades.
Lo que sí constatan desde hace años los especialistas es una reducción de las estancias. El denominado 'alquiler familiar' para toda la temporada se limita cada vez más al mes de agosto. Los tres meses de verano -de mediados de junio a mediados de septiembre- prácticamente ha pasado a la historia por varios motivos. Ahora predominan los alquileres mensuales e incluso cada vez más parejas, familias y grupos firman contratos para quincenas. «Estos son los alquileres que predominarán en el futuro. Incluso llegarán los arrendamientos por semanas y tendremos que acostumbrarnos», explican desde la Inmobiliaria Garar de Gorliz.
Este fenómeno supone un mayor engorro para propietarios y agencias, pues deben negociar con más clientes si quieren tener el piso completo los tres meses. Eso exige a las agencias triplicar las gestiones para lograr idénticos resultados, y a los propietarios, «estar mucho más pendientes del piso y de su limpieza, pues deben alquilárselo a varias familias». Pero los tiempos han cambiado y las inmobiliarias ya asumen que renovarse o morir es su máxima.
Mundaka, internacional
Los profesionales de la Inmobiliaria Lekeitio aseguran haber 'colocado' una treintena de pisos, más que la pasada temporada. Aquí el precio suele rondar los 4.200 euros por el trimestre, y entre los 1.600 euros y los 2.000 por el mes suelto. La agencia también lekeitiarra Itxasbegira ha puesto en alquiler otras siete viviendas, también la mayoría por quincenas y meses. Lo mismo que Inmobiliaria Mundaka. Allí también aumentó el número de pisos alquilados, que llegó a la treintena, aunque a costa de un mayor esfuerzo. «Aunque haya crisis, todo el mundo necesita unas vacaciones, por muy cortas que sean», afirman.
En cuanto a los arrendatarios de este tipo de alquileres, la mayoría suelen ser de las proximidades. A Gorliz, Plentzia y Bakio acuden sobre todo bilbaínos. Mientras que en Lekeitio también se apuntan desde Elgoibar y Durango. Incluso veraneantes castreños, madrileños y franceses. Mundaka es un destino más internacional por el tirón de su ola izquierda.
Pero las inmobiliarias sólo manejan un mínimo porcentaje del total de los pisos que cada verano se alquilan cerca de nuestras playas por importes que pueden llegan hasta los 6.000 euros por temporada en el caso de pisos de lujo. En la era de Internet, muchos contactos se realizan a través de páginas web. Allí no sólo se publicitan los interesados en alquilar su vivienda, sino también los que buscan una. Eso sí, las agencias de toda la vida no pierden clientela porque resuelven todos los trámites y aportan unas mayores garantías.
Lo que no está tan claro es si realmente ha descendido el número de propietarios interesados en alquilar sus viviendas. Mientras que en Garar sostienen que la oferta ha crecido y que sólo han logrado dar salida al 70% de los inmuebles, los profesionales de Pedro Jáuregui, ubicada también en Gorliz, afirman que han recibido un 50% menos de solicitudes. «Hemos tenido sólo 10 pisos para alquilar», apunta Julen Jáuregui. Este especialista sostiene que «la oferta se ve afectada por la crisis. La gente no puede comprar ni vender pisos, así que los alquilan todo el año, que además resulta más rentable. Ello contribuye a reducir el 'stock' de pisos disponibles en temporada», afirma. En Gorliz, cuestan entre 2.500 y 4.000 euros todo el verano, y entre 1.500 y 2.000 euros por el mes suelto, siempre dependiendo de la calidad y de la ubicación de la vivienda.
Lo que se plantean los profesionales es que estamos ante un modelo vacacional en vías de extinción. «Ya casi nadie puede permitirse el lujo de pagar una hipoteca y alquilar tres meses otra casa en su misma provincia», aseguran. Este es uno de los motivos por el que muchas otras gestoras de propiedades inmobiliarias han tirado la toalla y aparcado este sector del negocio. «Supone mucho esfuerzo y pocos resultados. Por eso preferimos invertir las energías en los alquileres para todo el año», explican desde la inmobiliaria sopeloztarra Uribe Kosta.

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