«El Guggenheim solo no reactivará la maltrecha economía de Urdaibai»



Es el primer alcalde no perteneciente al PNV -milita en EA- que gobierna el Ayuntamiento de Gernika, la «capital» de Busturialdea; y desde su llegada al cargo, hace dos años y medio, ha denunciado con dureza el «abandono» que durante el último cuarto de siglo ha sufrido la comarca por parte de las instituciones. Un hecho que en, su opinión, ha provocado la pérdida de unos 8.000 puestos de trabajo. Ahora, se congratula porque el proyecto del Guggenheim2 ha puesto de nuevo a Urdaibai en el punto de mira de las administraciones, aunque sostiene que la futura pinacoteca, si finalmente sale adelante, «no conseguirá solucionar por sí sola los problemas que padece la zona».
-¿Guggemheim sí o no?
-Apoyaré cualquier plan que contribuya a fortalecer y revitalizar económicamente la comarca, aunque siempre que se respete la salud ambiental y la normativa vigente de la Ley de Urdaibai. Hay que tener en cuenta que estamos en una Reserva de la Biosfera, que no hay que confundir con una reserva de indios donde los partidos políticos pueden hacer uso de la ella con tintes electorales como parece que es el caso. La dinamización económica de este territorio tiene que ser respetuosa con el entorno en el que se asienta.
-¿Qué le parece el emplazamiento elegido?
-Respetaré la decisión de construirlo en Sukarrieta, pero sigo pensando que Gernika hubiera sido la mejor ubicación. Dentro de Busturialdea, ocupa un lugar estratégico en cuanto a las comunicaciones. Por su situación geográfica, es punto de conexión entre las localidades de los dos márgenes de la ría y, además, cuenta también con estación de tren y autobuses que le unen con Bilbao. Pero hay otras muchas razones de peso.
-¿Cuáles?
-Gernika dispone de una zona urbana consolidada, otros atractivos culturales como el Árbol de Gernika, museos, conjuntos escultóricos... y está dotada de buenos servicios, tanto comerciales como hosteleros, que responderían a las necesidades de los visitantes. Además, si se construyera el segundo Guggenheim en Gernika, también se abrirían más las posibilidades de albergar en un futuro en Euskadi el 'Guernica' de Picasso. Ya no habría excusas para lo contrario.
-¿La Diputación ha presentado el proyecto a los alcaldes de la zona?
-Yo, al menos, desconozco por completo los detalles del plan. Sólo nos han convocado a una reunión, en la que estuvieron la diputada de Cultura, Josune Ariztondo, y el director general del Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, para cumplir el expediente y explicarnos por qué habían descartado Gernika. La argumentación fue que existen tres pasos a nivel del ferrocarril y posibles tierras contaminadas en la zona industrial en la que podía enclavarse la pinacoteca (entorno de la antigua fábrica de armas Astra). Los resultados de las primeras prospecciones, sin embargo, han demostrado que los terrenos están limpios.
-Entonces, ¿cree que ha habido razones políticas para descartar Gernika?
-Desconozco los entresijos, pero espero que no haya sido así, ya que por encima de cualquier sigla política están los ciudadanos.
-El diputado general, José Luis Bilbao, y los alcaldes del PNV defienden el futuro Guggenheim2 porque, en su opinión, reactivará la maltrecha economía de la zona.
-No será suficiente. Esta comarca necesita algo más para poder resurgir. Hablan de que el museo generará 850 puestos de trabajo, pero nadie especifica de qué tipo de empleos se trata. Además, esa cifra no cubre ni de lejos la pérdida de puestos de trabajo que se ha registrado en todo Busturialdea. Sólo en Gernika han sido más de 3.000 y, en Bermeo más de 5.000 en los últimos 25 años. Muchas personas se ven obligadas a desplazarse diariamente a otros lugares para trabajar. Sin duda, el Guggenheim Urdaibai no va a ser la panacea para reactivar la economía de la comarca.
Empresas limpias
-¿Y qué soluciones plantea?
-La zona está en la cola por el abandono al que ha estado sometida por parte de las instituciones. No se ha realizado un reparto equitativo del dinero entre las comarcas vizcaínas y se han priorizado zonas del entorno del Gran Bilbao. Con voluntad, podríamos estar arriba de nuevo en cuatro o cinco años. Me alegro de que el proyecto Guggenheim2 nos ponga de nuevo en el punto de mira, aunque a veces tengo la sensación de que no se cuece nada y sólo se hace partidismo. Espero que esta vez se tome un compromiso serio que permita solucionar los problemas reales de la comarca y no quede todo en disputas políticas, porque sería estéril. Busturialdea necesita con urgencia la mejora de su conexión por carretera con la capital vizcaína y, por supuesto, potenciar la industrialización, siempre teniendo en cuenta dónde estamos.
-Pero proyectos como el polígono comarcal de Muxika y otros continúan en punto muerto por las diferencias que han mantenido el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco, hasta ahora en manos de EA, y la Diputación y la mayoría de los ayuntamientos de la zona, dirigidos por el PNV.
-El Gobierno vasco aprobó en su día la Ley de Urdaibai, que no se puede transgredir y todos debemos tenerlo muy claro. Sin embargo, este área natural debe disponer de una zona de amortiguación en la que se garanticen unas actividades económicas compatibles con las funciones de la reserva. Nosotros, como ayuntamiento, hemos realizado una firme apuesta por la adquisición de suelo industrial en La Vega para facilitar la implantación de empresas denominadas limpias.
-Tras casi 30 años en manos del PNV, Eusko Alkartasuna consiguió arrebatarle la alcaldía de Gernika en las últimas elecciones. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
-Estamos mejorando la imagen de la localidad. Ahora los ciudadanos que residen en el centro son iguales a los de la periferia y, por lo tanto, intentamos atender de igual manera sus necesidades. Hemos creado un millar de plazas de aparcamientos y, entre otros proyectos, también hemos conseguido el compromiso del Gobierno vasco para transformar la antigua fábrica de armas de Astra en un centro de estudios avanzados de Formación Profesional, donde se impartirán disciplinas ligadas al medio ambiente y las energías renovables. El valor añadido de una población es que sus jóvenes estén bien preparados.

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