Greenpeace, absuelta de la demanda de una inmobiliaria por un fotomontaje de La Manga

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Greenpeace, absuelta de la demanda de una inmobiliaria por un fotomontaje de La Manga
Una juez de Madrid declara que la organización ecologista actuó con "negligencia", pero no hubo perjuicio para los propietarios de inmobiliarios

JULIO M. LÁZARO - Madrid - 10/12/2009

El juzgado de primera instancia número 33 de Madrid ha absuelto a Greenpeace de la demanda que presentó Bureau Investiment contra la organización ecologista por un fotomontaje de La Manga del Mar Menor en la que ésta aparecía bajo las aguas por efecto del cambio climático. La juez María Teresa de la Asunción ha considerado que el fotomontaje de Greenpeace fue "negligente", pero rechaza que haya provocado perjuicios al negocio inmobiliario de La Manga.

Bureau Investiment denunció que la "manipulación maliciosa" del fotomontaje de La manga para el libro Photoclima, publicado por Greenpeace, provocó la caída inmobiliaria del sector y graves perjuicios a los propietarios. Según la demanda, el fotomontaje ocultó que la proyección científica excluye las costas del Sur y el Este de España de una posible subida del nivel del mar. Además, falseó la predicción científica de 50 cm., elevando el nivel del mar alred3edor de 10 metros y anticiparon en 50 años las predicciones del nivel del mar por los expertos.

El director de Greenpeace en España, Juan Antonio López de Uralde, admitió que con el libro pretendían "causar alarma" sobre el cambio climático, pero negó que las imágenes, aunque "arriesgadas", fueran "catastrofistas". También negro haber manipulado el informe para minorar las décadas, o haber elevado el nivel del mar en el fotomontaje para que resultara catastrofista. Otros testigos de Greenpeace se pronunciaron en sentido parecido.

Posible cambio climático

Para la juez, el testigo clave fue el ex director general de costas entre 1996 y 2000, Fernando Marín Castán, que afirmó que La Manga es una restinga arenosa a muy baja cuota, y el problema deriva del posible cambio climático y el riesgo de hundimiento de los fangos que hay por debajo de las arenas.

La juez llegó a la conclusión de que la publicación no puede ser calificada de dolosa o maliciosa, pero sí de "negligente", porque en el montaje "se ha colocado el agua donde se ha querido, deduciéndose que la inundación de los bajos de un edificio conllevaría su ruina funcional. En suma, el montaje fotográfico "excede con mucho las previsiones de la elevación del mar y conlleva su práctica desaparición, conducta que debe ser calificada de negligente".

Durante el juicio testificaron responsables de inmobiliarias y propietarios de la zona, que aseguraron que el libro fue un "bombazo", causó "pánico" y la gente intentó vender sus propiedades por precios más bajos que los del mercado.

Sin embargo, la juez ha considerado todas esas declaraciones "subjetivas" y "sin base alguna que demuestre la veracidad de los hechos", además de que otros testigos afirmaron que carecía de fundamento la bajada en el precio de los inmuebles. Tampoco aprecia que haya relación causal entre la publicación del libro y una actividad en la que no se parecia el daño denunciado. En consecuencia, absuelve a Greenpeace de la demanda de la inmobiliaria.

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