Tener derecho no es pedir es construir

Tener derecho no es pedir es construir

jueves, 12 de noviembre de 2009

Nekane Jurado, miembro de Herria Abian. -

Algo está empezando a moverse en los pueblos de Euskal Herria, cada vez los aforos donde se imparte una charla-debate sobre economía son más numerosos y participativos con un debate rico y sugerente, y en todos surgen las dos mismas preguntas ¿podemos darle la vuelta a la situación?, ¿Cuales son las claves de un modelo alternativo?, la respuesta es una: solo se puede superar la situación con un nuevo modelo socioeconómico.

Reformar, parchear el actual, es mitigar los síntomas de la enfermedad (el capitalismo insaciable) sin eliminar el virus que enferma (la concentración desenfrenada de la riqueza), lo que nos hace eternamente dependientes de la dosis de calmante (dinero público para el capital) y a merced de los periódicos episodios agudos (crisis cíclicas, 8 desde 1972).

Este nuevo modelo exige un cambio de valores que desarrollen al nuevo sujeto que se requiere para llevar a cabo esta nueva construcción social.

Este nuevo sujeto debe de surgir de la ruptura del pensamiento único, a través de una educación permanente e integral donde el enseñar a pensar, a contrastar y a debatir sea el eje central; y de unos medios de comunicación donde la prioridad de informar sea el formar para transformar la sociedad darviniana actual en un espacio comunitario de integración, que prime el uso publico de los bienes necesarios para el crecimiento personal y social y exista un Salario Social suficiente y digno para quien se encuentre fuera del sistema productivo remunerado.

Avanzar en el nuevo modelo económico, significa repensar lo publico, lo comunitario, a través del debate abierto y participativo en la plaza pública, en la ágora de la polis, que no otra cosa fue el nacimiento de la política; significa, desde ese concepto primigenio, asumir nuestras responsabilidades de sujetos políticos, para reconstruirnos a nosotros mismos y reconstruir las relaciones de producción y consumo en consciencia de su interrelación con el TODO (el territorio y la biodiversidad en la que se sustentan, el derecho de toda persona a no ser excluida de ninguno de estos ámbitos de relación, no esclavizar a otros pueblos ni a generaciones futuras con nuestra “deuda de consumo”-huella ecológica.).

Nuevo modelo que debe de estar adaptado a nuestra idiosincrasia, a nuestras peculiaridades, abarcando la liberación nacional, social y de género, basándose en unos pilares fundamentales:

1. La política económica en sus diversas vertientes (fiscal, presupuestaria, sectorial, laboral,..) ha de plantear sus objetivos en función de las necesidades individuales y colectivas de la sociedad vasca, situando la economía al servicio de las personas y la colectividad y no a la inversa.
2. El reparto de la riqueza generada y el reparto de las actividades desarrolladas para generar dicha riqueza.
* El reparto de las actividades desarrolladas, o reparto del trabajo, debe de ser un eje fundamental ya que se perfila como el elemento directo más importante para repartir la riqueza. Como instrumentos básicos se perfilan:
o La valoración e inclusión del trabajo doméstico y social en la Contabilidad Nacional como un componente más del PIB.
o Un ajuste de la jornada laboral en función de la consideración del trabajo total desarrollado en la economía (remunerado y no remunerado), y de las personas dispuestas a participar en el proceso económico.
* La redistribución de la riqueza debe de realizarse en varios niveles:
o El reparto entre los que perciben un salario, considerándose el establecimiento de limites salariales de máximos y mínimos. (cierre del abanico salarial)
o El reparto entre la población que percibe un salario y la actualmente calificada como “población pasiva e inactiva”. Un instrumento eficaz sería la determinación del Umbral de Pobreza, y un Salario Social digno, suficiente para garantizar a todos los hogares rentas no inferiores a ese umbral de pobreza.
o Un reparto entre todas las fuentes y perceptores de renta, este reparto debe de realizarse a través de una reordenación del sistema fiscal gravando hechos económicos como la transacción de capitales, o la utilización del medio ambiente en el sistema productivo, y en cualquier caso reformando los impuestos actuales, de forma que desaparezca el fraude de ley y el fraude fiscal y donde todas las personas paguen según su nivel de renta sin diferencias entre las distintas fuentes de donde han obtenido dicha renta.
3. Sustituir la actual “democracia formal” por una democracia participativa y activa. Esto exige poner a disposición de la sociedad canales que permitan el acceso a la información, marcos para la toma de decisiones, así como instrumentos para ejercer labores de seguimiento, control y en su caso de refrendo o veto a las decisiones tomadas por los organismos públicos en los diferentes campos.
4. La calidad de vida, medida como la calidad de: las relaciones laborales y su índice de siniestrabilidad, de garantía de rentas dignas a través del Salario Social suficiente, de acceso al uso de una vivienda; calidad medioambiental, de la educación, de sanidad, de integración cultural, de acceso a la red social, y de cobertura de las necesidades psíquico-afectivas, entre otras.
5. La solidaridad entre distintos espacios económicos y solidaridad con las generaciones futuras. Solidaridad que debe de transformarse en una reorganización de los hábitos de consumo, más dependiente de nuestros propios recursos, que no hipoteque el uso futuro de recursos naturales básicos como el agua, el aire, o el suelo y propugnando unas justas relaciones comerciales internacionales.


Avanzar en estas líneas no será fácil porque tenemos que partir de los elementos existentes, todos ellos (personas, ideas, instrumentos) nacidos y desarrollados en el capitalismo con su corrupción ideológica, que ha transformado lo colectivo en privativo-especulativo, la solidaridad en competitividad, etc. Por esto mismo debemos de asumir nuestras contradicciones sabiendo que cometeremos errores y deberemos rectificarlos, pero el mayor error seria seguir dejando la responsabilidad de nuestro destino a 20 pares de manos para que muevan los hilos con los que los diseñadores del Txotxongillo nos tienen atados.

Hoy más que nunca es necesaria una participación social organizada en redes, que partiendo desde el entorno más próximo, se vayan articulando con las redes de los entornos subyacentes, hacia lo local, provincial, nacional, hasta alcanzar entornos más amplios.

Herria Abian nos ofrece la oportunidad de acercarnos, de pasar a la acción de unir nuestro hilo, grueso o fino, a la red. El día 17 de octubre nos convoca a todas, grupos sociales, asociaciones vecinales, personas con deseo de cambio, todas estamos invitadas a una Asamblea nacional abierta para empezar a elaborar el marco del telar (cuatro varas cruzadas unidas, no más y no menos). Hilos rojos, verdes, morados,... ¿tejeremos con todos los colores la trama de nuestro mañana, y el de nuestras hijas?

Comentarios