«Es perverso que las instituciones defiendan intereses particulares»

IÑAKI ORTIGOSA | PRESIDENTE DE TXIPIO BAI
«Los argumentos son más efectivos con una sentencia en la mano»

Ortigosa cree que se han dado pasos para proteger Barrikabaso, pero exigirá derribos si los resultados no son los esperados
22.11.2009 -
EVA MOLANO
EL CORREO/PLENTZIA
Iñaki Ortigosa, profesor de Estudios Clásicos en la Facultad de Letras de la UPV, es el presidente de la asociación ecologista Txipio Bai, que ha puesto en jaque a la Diputación tras ganar en julio un largo contencioso que ilegaliza 14 chalés en Barrikabaso. Se trata de una zona privilegiada de la costa protegida por el Gobierno vasco, pero recalificaciones aprobadas por el Ayuntamiento y ratificadas por la Administración foral permitieron construir en el paraje. Después de que el Supremo reprobara los cambios urbanísticos en la zona, la asociación ha mantenido conversaciones con el Gobierno vasco, la Diputación y todos los partidos políticos para exigirles la protección de las 65 hectáreas de Barrikabaso, a cambio de no solicitar la ejecución de la sentencia, que implicaría derribar los chalés y el pago de indemnizaciones millonarias.
-¿Cómo nació Txipio Bai?
-En 1991, ante la amenaza de una macrourbanización y puerto en Txipio. Eso fue un reactivo que unió a mucha gente en Barrika y Plentzia. Entonces nos juntamos una docena en una primera reunión, ahora somos más. Lo paramos con mucha actividad. Suponía la destrucción de una marisma importante y la cementación de su entorno. Había que hacer todo lo posible para pararlo.
-¿Por qué decidieron intervenir en Barrikabaso?
-Estando atentos a nuestro entorno, desde lo que decían los vecinos hasta los boletines oficiales. Las señales eran continuas. Otra cosa es que lleguemos a todo, pero esto era lo más grave desde lo de Txipio.
-¿Cómo explica lo sucedido en Barrika? Dos instituciones han invertido una década en litigios para que se pueda edificar en una zona.
-Intereses económicos, falta de sensibilidad ambiental, décadas de mal ejemplo... Que lo expliquen ellos.
-El diputado de Medio Ambiente afirmó en la comisión del viernes que no tenía expediente sobre el caso, aunque ustedes se han reunido con él.
-Suele ocurrir que si en un departamento no hay proyecto sobre un tema, los responsables afirman que no pueden informar al respecto. Es muy difícil saber lo que ocurre en el ámbito de los despachos políticos. Las instituciones actúan con cautela. Hemos mantenido conversaciones con ellas y obtenido ciertas respuestas, pero no son oficiales.
-Excepto con el Ayuntamiento.
-Excepto con el alcalde. Hemos hablado con él y con su antecesor en el cargo. Pero cuando alguien reacciona ante la solicitud del Tribunal como él reaccionó, es decir, tirando hacia adelante, planteando más viviendas para la zona, para qué vas a perder el tiempo. No teníamos más que decir. Pero hemos hablado con todos los partidos del Consistorio.
-Desde que se hizo pública la sentencia, a final de julio, hasta que se pronunciaron, pasó más de un mes.
-En ajedrez hay que tomarse tiempo para cada jugada y más si se quiere dar jaque. Hay que sacrificar piezas para ganar la partida. Llevó su tiempo tomar una elección que algunos no entienden, la de asumir el mal menor, mantener la urbanización fuera de ordenación, a cambio del bien mayor, proteger toda la zona. Hubo mucha discusión. Pero como el Ayuntamiento manejaba un nuevo planeamiento que contemplaba otras 116 viviendas en la zona, comprendimos que las instituciones plantearían nuevos proyectos, los recurriríamos con la sentencia en la mano, y nos encontraríamos con que dentro de otros 10 años se habrían multiplicado las construcciones en la zona y el sufrimiento de todos se quintuplicaría.
-¿Cómo reaccionaron cuando el Consistorio, tras conocer el fallo, dijo que el nuevo planeamiento solucionaría todo y 'legalizaría' la urbanización?
-Con relativa sorpresa. A algunos les cuesta cambiar el rumbo, y las instituciones están entre esos reticentes. Tiene que soplar muy fuerte el viento para que maniobren.
La solución, «hablando»
-Ahora han retirado el avance del PGOU en trámite, ¿cómo lo hicieron?
-Demostrando que no era la solución. Hablando. Los argumentos son muy efectivos, y más con una sentencia del Supremo en la mano. El alcalde no opinaba igual el primer día que hoy, se empecinaba. Parece ser que se han movido las cosas. Hemos conseguido que se pudieran 'abrir' algunos ventiladores para que entrara el aire.
-¿Le ha obligado su partido?
-Él sabrá. Lo que es evidente es que ha cambiado de opinión.
-La Diputación afirmó en un primer momento que el Supremo no obligaba a derribar las viviendas, pero ahora les han tendido la mano. ¿Qué les ha hecho cambiar de opinión?
-Supongo que les hemos convencido, esa es la palabra. Convencer procede de vencer. Es una manera de ganar sin violencia.
-¿Cómo ven el futuro? ¿Hay compromisos por parte de los partidos?
-Se aprecia un cambio de postura. Nosotros procuramos sentir como escépticos y actuar como optimistas. Se han dado pasos, pero aún queda un trecho largo. Esto está en buena dirección, vemos que la cosa va mejor y que se podrían producir algunos cambios. Pero no vamos a cantar ningún aleluya.
-El PNV se ha negado a ofrecer dimisiones y ustedes han rebajado sus exigencias. Hay quien no lo comprende. ¿Han optado por la diplomacia?
-Las exigencias no se rebajan, son los resultados los que suelen estar por debajo de las pretensiones. Así es la vida. Txipio Bai no ha optado por la diplomacia ni por la guerra: en 18 años hemos hecho uso de todos los recursos posibles. Cada caso exige una estrategia y cada momento, una elección. Ya veremos cuáles son los resultados. Esto no es un regateo ni ninguna negociación. Ellos sabrán lo que hacen, y luego nosotros decidiremos. Si no vamos a tener un bien mayor a cambio de este mal menor, pues pediremos la eliminación del mal menor.
-Pero eso no va a ocurrir, asegura la Diputación.
-Espero que no. Parece que todo el mundo está de acuerdo en que eso no tiene que pasar.
-¿Se han reunido con los afectados o han contactado con su abogado?
-No. Es importante separar los caminos. Defendemos el patrimonio natural, que es de todos. En estas situaciones es importante no tener influencias que puedan convertirse en un chantaje emocional o afectarte a nivel anímico. Ellos se pusieron en contacto con nosotros hace un tiempo para aliarnos y que no se construyera más en la zona, pero rechazamos la oferta.
-¿Qué espera de la comparecencia de Pilar Ardanza, diputada de Urbanismo?
-Que diga lo que quiero oír, que se va a proteger la zona. Pero si dice algo que va en sentido contrario, mi sorpresa no va a ser descomunal. Ha pasado ya tiempo, y aunque se comprende que esto va despacio, para lo que quieren bien que se dan prisa. Han sido capaces de realizar aprobaciones en tiempos récord.


-¿Qué piensan los políticos sobre la defensa del medio ambiente?
-Habrá de todo, pero el resultado general ha sido siempre desalentador. La ecología es muy alabada, pero a la hora de la verdad se mira la economía. Aquella es de interés general, y ésta está plagada de intereses particulares; por eso resulta tan perverso que las instituciones le den prioridad.
-¿Qué soluciones han solicitado a la Diputación y al Gobierno vasco para blindar Barrikabaso al ladrillo?
-Que incluyan el área en sus planes territoriales, el Parcial del Bilbao Metropolitano y el Territorial Sectorial del Litoral, como zona protegida e intocable.
-¿Qué opina de la posibilidad de comprar los terrenos de Barrikabaso, como propuso el PP, para que sean patrimonio natural público?
-Todas las iniciativas destinadas a proteger la zona nos parecen bien. Hace años que Txipio Bai propuso un estatus de protección no sólo para Barrikabaso, sino para la ría, el estuario y la continuación natural de Barrikabaso al otro lado de la bahía, desde Astondo hasta Armintza.
-Han criticado que el Ayuntamiento concediera licencias después de ambas sentencias, y luz y agua a los chalés sin que los propietarios tuvieran la cédula de habitabilidad.
-Eso fue una maniobra, un regalo envenenado para ahorrarse mucho dinero en las posibles indemnizaciones.
-Han invertido mucho tiempo y dinero en la Justicia. ¿Qué opinión le merece que las instituciones pleiteen con dinero de todos y los denunciantes a costa de su bolsillo?
-El sistema es como es. Lo malo es que las instituciones defiendan ilegalidades y los ciudadanos tengamos que pleitear. Lo ideal sería que no se diera el caso.

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