El grupo ecologista Greenpeace ha denunciado hoy que únicamente el 14,2 por ciento del litoral vasco está protegido, el porcentaje más bajo de España, y ha rechazado la construcción del puerto exterior de Pasajes (Guipúzcoa) y del posible nuevo Guggenheim en Urdaibai.
Dos representantes de Greenpeace han explicado en el Parlamento, a petición de Aralar, los datos referidos al País Vasco reflejados en el informe "Destrucción a toda costa" que ha elaborado esta organización, tras analizar el estado de 233 espacios litorales protegidos en España, de los que más de la mitad están amenazados.
Pilar Marcos ha señalado que ocho de cada diez de los espacios naturales protegidos de la costa vasca "corren peligro" y ha puesto una serie de ejemplos de "destrucción" medioambiental en varias localidades vizcaínas y guipuzcoanas.
Se ha centrado en el proyecto del puerto exterior de Pasajes que, según Greenpeace, "lo único que pretende es liberar suelo y crear un polo energético".
Además, Marcos ha considerado que esta obra supondrá la "destrucción" de buena parte del monte y los acantilados de Jaizkibel y ha considerado que el proyecto supone "un pelotazo" porque se contempla un proyecto urbanístico "para obtener 400 millones de euros" para financiar la construcción del superpuerto.
También Greenpeace se ha referido a la reserva biosfera del Urdaibai, en Vizcaya, y se ha opuesto a la construcción en este lugar de la segunda parte del museo Guggenheim y de polígonos industriales.
Asimismo, ha alertado de que en Urdaibai se vierten "sin tratar" las aguas fecales de una población de 15.000 habitantes.
La representante de Greenpeace también ha denunciado el plan para construir 1.200 viviendas "de lujo" y un campo de golf en Bakio (Vizcaya) así como los vertidos de Petronor a la ría de Barbadún "con una carga elevada de contaminantes".
En cuanto a Guipúzcoa, el grupo ecologista ha recordado a los parlamentarios que, en Zarauz, el río Oria "recibe el vertido sin depurar de 19 municipios con una población de 60.000 habitantes" y también ha criticado las aguas contaminantes que se vierten a la ría de Urola.
Pilar Marcos ha reclamado una "clara voluntad política" para innovar y cambiar el modelo de desarrollo económico ya que, a su juicio, se puede generar riqueza de forma sostenible "pero los políticos tienen que creérselo".
El grupo más crítico con la comparecencia de las representantes de Greenpeace ha sido el PSE. La parlamentaria Natalia Rojo ha reprochado a la organización que no presente alternativas para todos los proyectos que denuncian.
"¿Es que todo se hace mal, nada está planificado?", ha preguntado Rojo a Greenpeace.
Por último, a preguntas de Rojo, Greenpeace ha recordado que este grupo no apoya el Tren de Alta Velocidad porque existen alternativas con menores consumos energéticos con trenes convencionales que no superen velocidades por encima de los 220 kilómetros por hora.
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