agenda local 21: POLÍTICAS FRENTE A LA EXCLUSIÓN Y LA PRECARIEDAD

Recuperar la vida comunitaria y construir una ciudad inclusiva

Las ciudades son espacios de convivencia alejados del medio natural en los que se dan de forma más patente las contradicciones de nuestro modelo de desarrollo, olvidado de la necesidad que los seres humanos tenemos de la naturaleza. El aislamiento social que provocan el modelo de urbanismo y transporte, las enormes distancias, la falta de redes sociales, el escaso tejido asociativo o la cultura dominante, hacen difícil reconstruir una vida comunitaria capaz de poner en marcha iniciativas de alcance y de reaccionar ante el proceso de deterioro socio-ambiental. La reconstrucción de una auténtica vida comunitaria es necesaria para la convivencia en las ciudades.

Reconocemos la inmigración como uno de los efectos del deterioro de las condiciones de vida en los países del Sur. Este deterioro es en buena parte responsabilidad de las políticas, los modos de producción y consumo y los mercados del Norte, lo que se ha venido a denominar globalización capitalista. Nuestras ciudades y pueblos están siendo el sumidero al que llegan crecientes poblaciones inmigrantes en busca de recursos para la supervivencia. Acoger con dignidad a estas poblaciones es un modo de restituir, aunque sea en pequeña medida, la deuda ecológica (por el deterioro de sus ecosistemas, apropiación de sus recursos, uso de sus territorios como sumideros...)que hemos contraído con estos pueblos.

La precarización laboral es otro problema que afecta cada vez más a las ciudadanas y ciudadanos.

La deslocalización empresarial, las subcontrataciones, la precarización de los servicios y el retroceso del estado del bienestar, colocan en situación de vulnerabilidad o de exclusión a muchos habitantes de las ciudades. La creación de espacios económicos autogestionados es un modo de recuperar unas condiciones laborales dignas.

El no reconocimiento del trabajo de las mujeres y su aportación a la vida, y la responsabilización de estas en la mayor parte de las tareas de cuidado, las coloca en condiciones de vida especialmente difíciles en las ciudades. Los avances en materia de derechos no se traducen en igualdad de acceso a recursos ni en un reparto real de los trabajos invisibles que mantienen la vida. Está pendiente la consideración, valoración y reparto de estas tareas imprescindibles en las que se apoyan el resto de actividades vitales.

Los automóviles y las grandes infraestructuras tiene prioridad en los usos urbanos, mientras que las personas mayores, las personas más frágiles, las niñas y niños, apenas encuentran en las ciudades espacios próximos y accesibles de convivencia, juego y relación.

COMPROMISOS PROPUESTOS

1. Defender estructuras urbanas que prioricen las actividades locales y defiendan el barrio como unidad de convivencia, trabajo, comercio y servicios.

2. Ampliar los programas de acogida de personas inmigrantes, así como la cobertura social de la que disponen, considerándolas refugiadas económicas. Para ello es imprescindible que se promueva su empadronamiento y este acto no suponga el inicio de su expulsión del país.

3. Favorecer iniciativas laborales dentro del campo de la economía social o el cooperativismo.
Apoyar el fortalecimiento del tejido asociativo autónomo.

4. Primar fiscalmente las iniciativas económicas basadas en lo local, la estabilidad laboral y la producción ecológica en condiciones laborales dignas.

5. Crear, ceder, facilitar el uso de espacios próximos para el desarrollo de la vida barrial, comunitaria y asociativa.

6. Desarrollar acciones formativas que hagan a la población más consciente de la interdependencia con nuestro medio, de la corresponsabilidad en las tareas de supervivencia
y de las potencialdades de la actividad asociativa.

7. Promover la parcipipación ciudadana, en todos los aspectos relativos a nuestra ciudad.

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