Greenpeace detecta 8 'puntos negros' en la costa vizcaína por la presión urbanística


VIZCAYA
Greenpeace detecta 8 'puntos negros' en la costa vizcaína por la presión urbanística
Critica los planes de construcción de viviendas en la margen derecha, Bakio y Ondarroa y la falta de depuración de las aguas en Urdaibai
TERESA ABAJO t.abajo@diario-elcorreo.com
La presión urbanística ensombrece el paisaje de los pueblos costeros. Esta es la advertencia que lanzó ayer Greenpeace en un extenso informe que analiza la situación del litoral en toda España y los planes de construcción de viviendas, campos de golf y puertos deportivos. Andalucía, Canarias y la Comunidad Valenciana son los territorios que salen peor parados, pero Euskadi no pasa desapercibida. En Vizcaya se han detectado ocho 'puntos negros' por la expansión residencial y otros cuatro por incumplir las normas de calidad y depuración de las aguas, mientras que en Guipúzcoa las mayores amenazas son el puerto exterior de Pasaia y el deportivo de Mutriku.

'Destrucción a toda costa' es el expresivo título de este trabajo. El litoral es especialmente vulnerable ante la ocupación del suelo, que «en Euskadi se ha disparado en las dos últimas décadas». Greenpeace pone como ejemplo de este crecimiento «que se aleja de las necesidades reales» el Plan Territorial Parcial (PTP) del Bilbao metropolitano elaborado por la Diputación. El documento contempla la construcción de hasta 90.000 viviendas -40.000 en Uribe Costa y otras tantas en el Txorierri- en una comarca donde «la población no crece desde los 80».

«Modelo especulador»

En su recorrido por la costa vizcaína, los ecologistas se detienen en Bakio, «donde se repite el modelo especulador en el que la cercanía de un campo de golf -se prevé uno en Ohija, cerca de Gaztelugatxe- revaloriza las viviendas». También en Ondarroa. En concreto, en la marisma de Aieri, que forma parte de la red Natura 2000. Allí el Ayuntamiento promueve 500 viviendas. En Sopelana, el PTP plantea liberar suelo para edificar entre 5.000 y 8.000 pisos, una cifra similar a la que se maneja en el barrio Andra Mari de Getxo «pese a la enorme oposición vecinal».

Los responsables de Greenpeace no ocultan sus «dudas» sobre la nueva Ley del Suelo, ya que «importa figuras como la del agente urbanizador, responsable de todo tipo de prácticas abusivas en los territorios valenciano o gallego». En cuanto al Plan Territorial Litoral del Gobierno vasco, confían en que «la protección no se quede sólo en el papel»

Los pueblos costeros también deben hacer frente a otros problemas. Bermeo, Mundaka y Barrika incumplen la directiva europea de saneamiento de aguas residuales y la playa de Toña no reúne «las normas mínimas de calidad». A estos riesgos se une la amenaza del cambio climático. Con la subida del nivel del mar «pueden llegar a perderse el 45% de las 22 playas de Vizcaya que no tienen espacio físico para retroceder por su configuración o por la existencia de acantilados», advierten los ecologistas.

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